"Soy de Maiden, es un sentimientoooo. no puedo paraaaar"

¡Me cago en todos los organizadores del Quilmes Rock!
La cola de entrada al estadio de Velez parecía más la de un banco que está pagando haberes jubilatorios a una entrada al recital. Si solamente se trata de palpar un poco a la gente para que no entre un lanzamisiles y cortar la entrada, ¿porqué tanta paja?
Tardamos una hora cuarenta en entrar al estadio, cuando no lleva más de veinte minutos en condiciones normales. Resultado: Entramos todos cual estampida en cuanto se escuchó la Intro de Maiden, volteando vallas y todo lo que se cruza a nuestro paso, hasta que llegamos contra un cordón de cabezas de tortuga con escudos que nos pararon en seco, y una vez pasado este escollo, seguimos corriendo por la rampa, desesperados escuchando a lo lejos Aces High…..
Entré justo cuando estaba terminando Aces High , y la putísima madre que me perdí uno de mis temas preferidos. El estadio estaba repleto y la gente saltaba como queriendo hacerle caso a Bruce que gritaba “fly to liiive, do or die” y nadie pensaba morir justo en medio de este momento tan esperado.
Aún con la adrenalina de la calentura, arrancan con Wratchild, que no fue seguida por muchos, solo por los que nos trae recuerdos de nuestra adolescencia, cuando nos juntabamos para desenfundar nuestro vinilo de Killers.
Ahora si arremeten con 2 Minutes to Midnight, y la gente levanta temperatura nuevamente, a punto tal que parece que el Estadio va a explotar “To kill the unborn in the womb” . Para bajar la adrenalina, pegan el primer himno de la noche, Children of The Damned , con Bruce luciendo su espléndida voz, hasta emocionarnos.
Luego Bruce grita Phantom, Phantom of the Opera y arranca el tema que me preguntaba por que estaba incluído en el set, habiendo tantos otros buenos. Enseguida me doy cuenta, las tres guitarras se lucen como nunca, especialmente en el pasaje musical que arranca con el punteo de Adrian .
Seguido arrancan con The Trooper, y la gente enloquece, pero al rato la misma boludes de siempre….
No entiendo a la gente que se calienta contra una bandera. La bandera en sí, no es mala ni buena. Los hijos de puta son los políticos que usan esas banderas, para robar y asesinar gente, que acá en Argentina sabemos bastante de eso.
Una cosa es el sentimiento que nosotros tenemos por la bendita bandera Argentina como habitantes de esta Nación, que es el mismo que tienen los Maiden por la de su país. Esto es heavy metal muchachos, y nosotros estamos ahí porque amamos a Maiden y su obra. Y esta comunión no tiene fronteras. Dejense de joder con tirar cosas cuando Bruce flamea la bandera inglesa… es parte del show.
¿O acaso dejamos de comprar Piece of Mind porque aparece Eddie con la bandera inglesa roida por la batalla?
Sin aliento ya, arranca Wasted Years, que hoy en día me emociona más que cuando salió Somewhere in Time cuando se escucha “Face up... make your stand and realise youre living in the golden years” hace 23 años.
Viene The Rime of the Ancient Mariner, con su tono épico de cuento medieval, y otra vez las tres guitarras desbordan en los pasajes musicales de esta canción. Temazo.
Luego de este respiro vienen 3 seguidas para atormentar las gargantas de un Velez lleno. Powerslave, Run to the Hills, donde nadie piensa correr por sus vidas y nos quedamos ahí para sentir el Fear of the dark.
Viene el segundo himno de la noche, Hallowed be thy Name, otro de los que te eriza la piel la voz de Bruce, otro pequeño gigante, especialmente cuando dice “Please dont worry now that I have gone, Ive gone beyond to see the truth” , frase que se repetía en mi cabeza hace poco más de un año, cuando mi viejo se fue en busca de la verdad.
Y si señores, se corren las cortinas de fondos que cambiaron con cada tema para dar paso a la cabeza de la esfinge de Eddie y arremeten con Iron Maiden , con toda la verdad contenida, “Iron Maiden's gonna get you, no matter how far” , y una vez que te agarra no te soltará más hasta que expires tu último aliento. Por la mitad del tema, se abre la esfinge y sale una momia robótica de Eddie de su interior, que avanza sobre el escenario. No solamente nos descerebran con su estupenda música, sino que además no nos escatimaron nada en la puesta en escena.
Se van y todos esperamos el previsible retorno, ya que no cambiaron en nada el set desde que empezó la gira. Y faltaban aún tres platos fuertes.
A la derecha del escenario brota una figura demoníaca en medio del humo, y se escucha la voz en off “Let him who hath understanding reckon the number of the beast for it is a human number, its number is Six hundred and sixty six.”
Y arrancan con The Number para extinguir el último hilo de voz que nos queda, luego con The evil that men do, donde aparece el Eddie de Somewhere in time , dandole marco a este grandioso tema y para terminar Murray lanza el riff de Sanctuary para cerrar una noche colmada de emoción, nostalgia y energía, en este show E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R, que esperamos volver a ver en el 2011, tal como prometió Bruce sobre el cierre.
¡Gracias Maiden por esta noche!!!!!!!!!!!!!!!!!!
¡Up the Irons!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Audio del recital de la Rock & Pop

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